viernes, 30 de abril de 2010

" ESTUDIOS DE ASTROLOGÍA V ", ÍNDICE Prefacio,

" ESTUDIOS DE ASTROLOGIA V "

Elman Bacher
Studies in Astrology
(1962)

LA
FRATERNIDAD
ROSACRUZ

THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP

P.O. Box 713

Oceanside, CA. 92049-0713 USA

http://www.rosicrucian.com/foreign/spanish.htm

Spanish@rosicrucianfellowship.org

ÍNDICE

Prefacio,

Introducción,

Capítulo I
El Astrólogo como Científico, como Artista y como Sacerdote-
Maestro,

Capítulo II
La Astrología trata sobre el Gobierno,

Capítulo III
Estudio de la Polaridad,

Capítulo IV
Experiencia Militar Involuntaria,

Capítulo V
El Dar Regalos,

Capítulo VI
La Regla de Oro,

Capítulo VII
El Astrólogo Americano,

PREFACIO

Los artículos astrológicos de Elman Bacher que aparecieron hace algunos; años en
nuestra revista “Rayos de la Rosa Cruz” han recibido numerosos comentarios favorables y
estamos seguros que todos los estudiantes de astrología espiritual han de brindarle una
buena acogida a este volumen.
El conocimiento profundo del Señor Bacher y su dedicación a la ciencia de la
astrología aunados a su comprensión sobrenatural humana le permitieron someter materia
que indudablemente, lo colocan entre los mejores astrólogos esotéricos modernos.
Sus exposiciones ayudarán cada vez más al hombre en el conocimiento propio y la
realización de su más alto destino conforme la veracidad y el valor de la astrología sean
generalmente aceptadas.
El señor Bacher, antes de su transición en 1953 nos había expresado su ardiente
deseo de ver publicados sus artículos en forma de libro y aunque lamentamos hondamente
que él no esté con nosotros para ver su deseo realizado, nos sentimos contentos de saber
que su aspiración se ha cumplido.

***

del libro de " Estudios de Astrología V ", de Elman Bacher

INTRODUCCIÓN


INTRODUCCIÓN

La astrología es para el estudiante Rosacruz una fase de la religión, básicamente una
ciencia espiritual. Esta ciencia, más que ningún otro estudio revela al hombre a sí mismo.
Ninguna otra ciencia es tan sublime, tan profunda y tan abarcadora. Ella revela la relación
entre Dios (el Macrocosmo) y el hombre (el Microcosmo), demostrando que ambos son uno
fundamentalmente.
La ciencia oculta, al investigar las fuerzas más sutiles que chocan sobre el hombre
(el Espíritu) y sus vehículos, ha trazado sus efectos con no menos precisión que la ciencia
académica ha hecho con las relaciones del mar y el suelo, de la planta y el animal, a los
rayos del sol y de la luna.
Con este conocimiento podemos determinar el patrón astrológico de cada individuo
y conocer la potencia o la debilidad relativas de las diferentes fuerzas actuantes en cada
vida. De acuerdo con lo que hayamos alcanzado de dicho conocimiento, podemos
comenzar la formación sistemática y científica del carácter - ¡y el carácter es destino!.
Nosotros observamos los periodos y estaciones que son cósmicamente ventajosos para el
desenvolvimiento de cualidades aún no desarrolladas, corrigiendo rasgos defectuosos y
eliminando inclinaciones destructivas.
La divina ciencia de la astrología revela las causas ocultas que trabajan en nuestras
vidas. Asesora al adulto con respecto a la vocación, a los padres en la guía de los niños, al
maestro en la dirección de los discípulos, al médico en el diagnóstico de las enfermedades;
de esa manera prestándoles ayuda a todos en cualquier situación en que se hallen.
Ningún otro tema dentro del margen del conocimiento humano parece contener
hasta la fecha, las posibilidades extendidas a los astrólogos para ayudar a los demás a su
propia dignidad como dioses-en-formación, a un entendimiento mayor de la ley universal y
a la verificación de nuestra eterna seguridad en los brazos acariciadores de la Vida Infinita
y el Ser Ilimitado.

***

del libro " Estudios de Astrología V ", de Elman Bacher

EL ASTRÓLOGO COMO CIENTÍFICO, COMO ARTISTA, Y COMO SACERDOTE-MAESTRO - en you tube -



CAPÍTULO I

EL ASTRÓLOGO COMO CIENTÍFICO, COMO ARTISTA, Y
COMO SACERDOTE-MAESTRO

en you tube, desde aquí
 https://youtu.be/RJP9Glj2-As

Los símbolos del círculo, sus cuadrantes, los signos zodiacales, los planetas y sus aspectos deben sobrentenderse como símbolos de las esencias de la vida, de sus propósitos y funciones, para que la astrología ocupe su puesto legítimo en la familia de las Iluminaciones. El acercamiento que considera todo lo escrito en la astrología como esencialmente malo, hace relativamente imposible el cumplimiento adecuado de la labor constructiva; además, semejante acercamiento corresponde a las verdades astrológicas tanto como la versión cristiana del “infierno, el fuego y la condenación” a las enseñanzas sencillas y luminosas de Jesús.
La palabra filosofía significa “amor a la Sabiduría” y son muchos los senderos del hombre hacia el logro de la comprensión. Como la astrología es uno de los senderos principales para la humanidad adquirir la iluminación, ofrecemos este material para que los estudiantes alcancen un reconocimiento más claro de los tres senderos que hasta cierto punto deben atravesar y que tienen que atravesarse si es que ellos han de cumplir sus propósitos como “Astro-Filósofos”.
La rueda del horóscopo y sus “ingredientes vibratorios” contienen los secretos esenciales de toda clase de patrones del hombre - y en todos los grados y niveles -. El progreso de la rueda, desde el ascendente a la duodécima casa - en dirección contraria a las agujas del reloj - pone al alcance de nuestro entendimiento, el “hacia adelante y hada arriba” del desarrollo evolutivo tal como éste expresa la canción de “YO SOY” en los cuatro cuadrantes. La “Triunidad” Cósmica se manifiesta físicamente por lo que usualmente llamamos las “tres dimensiones” de largo, ancho y altura; pero ninguna de estas tres puede manifestarse sin las otras dos. Esta triunidad de una dimensión física compuesta tiene su correspondencia astrológica en la triunidad de la división de cada cuadrante de tres casas; los cuatro cuadrantes se ve entonces que expresan la totalidad de la rueda en doce casas - cuatro niveles dimensionales triunos de conciencia y desenvolvimiento. Ésta es la representación simbólica del “Progreso de los Peregrinos”.
Entonces, como el patrón de la rueda de doce casas describe el progreso fundamental de todo desenvolvimiento humano, se desprende naturalmente que sus símbolos pueden referirse a nuestras experiencias como astrólogos. En otras palabras, ciertas facultades y cualidades especializadas de la conciencia, en combinación, abarcan la “parte de astrólogo” de nuestro ser y por cierto número de encarnaciones esta región de la conciencia es ejercitada en determinada forma como un factor en nuestro desenvolvimiento.
Nuestra “conciencia astrológica”, debido a sus especializaciones, puede compararse a una “sub-entidad” en la entidad de nuestra conciencia compuesta - semejantemente, por decirlo así, al “amarillo” o “púrpura” como sub-entidades en la entidad vibratoria compuesta que llamamos “color”. Cada sub-entidad tiene, por supuesto, sus divisiones principales y éstas, a su vez, sus miríadas de expresiones variantes. Así también sucede con la rueda y los signos por su división en decanatos, grados, minutos y segundos.
La “parte de astrólogo” de la conciencia humana es un compuesto de aquellos factores que hacen de nosotros un científico, un artista, o un instructor sacerdote. Así como las vibraciones de color cardinales están enlazadas entre sí por sus gradaciones, del mismo modo estos tres correlativos humanos se funden entre sí para formar el “espectro” de la conciencia astrológica. Todas las personas que trabajan en la astrología pueden tender hasta cierto punto, a alinearse esencialmente en una de las tres clasificaciones; pero nosotros debemos llegar al punto de “sintetizarnos” con las tres para que el “capítulo de desenvolvimiento” astrológico sea completo y bien terminado.
Las significaciones fundamentales de las primeras casas contienen los secretos de los tres cuadrantes restantes, el segundo, el tercero y el cuarto cuadrantes siendo “extensiones” del primero. Nos parece que mediante la consideración “radiológica” del primer cuadrante podemos revelar el secreto de estas cualidades y capacidades de la conciencia humana, las cuales definen, en expresión especializada, nuestro “ser astrológico” - cuya suma total representa a la humanidad como “astro-filósofo”.
Primera Casa: El Ascendente de todo horóscopo; el primer grito de “YO SOY”; la envoltura física que instrumenta a la conciencia; la conciencia del ser y de la manifestación física; la conciencia de la “seidad” de todas las cosas; la conciencia exotérica que identifica a la humanidad como un factor en el universo manifestado; en el principio, el hombre percibe esta manifestación como forma exterior a si mismo: subsiguientemente, en el desenvolvimiento de la crisálida de la conciencia de la primera casa, él percibe la “multidimensionalidad” de la vida por la percepción y la realización “esotérica” o “subjetiva”.
Como expresión de la primera casa, el astro-filósofo es “astrólogo como científico”.
Su acercamiento al asunto esta basado en el deseo de comprender la expresión física de la vida desde una base diferente de cualquiera que haya tenido antes. Como su atención está enfocada en la forma, él presta, naturalmente, atención cuidadosa a la cualidad y a la
medida. Él se entrena con exactitud escrupulosa en los cálculos matemáticos envueltos porque éstos son la forma esquelética sobre la cual han de desarrollarse sus habilidades interpretativas. Además, él trata de descubrir los secretos de los símbolos abstractos conforme ellos sirven para delinear los procesos por los cuales se manifiesta el Mundo Físico. El reconoce que la humanidad funciona por medio de sus principios especializados así como funciona una máquina, de acuerdo con sus principios mecánicos. El estudia acontecimientos según ellos representan el “lado de la forma” de patrones astrológicos en acción. El estudia su propio mapa en términos de la sincronización del acontecimiento con el aspecto; en los estados de desarrollo temprano, él identifica sus aspectos relacionándolos con la acción vibratoria fuera de sí mismo.
Puesto que él es una “expresión de la primera casa”, el astrólogo es el pionero astrológico. El es el que abre el camino en el sentido de “proyectar” la conciencia de verdades astrológicas sobre su círculo de relaciones y asociaciones. Él es un “estimulador” que trae conocimiento de un “tema nuevo” a su esfera inmediata o al mundo en conjunto.
Los desenvolvimientos del astro-científico están indicados por la primera casa del segundo y tercer cuadrantes; esto es, la cuarta y séptima casas. A través de estos capítulos es que el astro-científico comienza a desarrollar su conciencia subjetiva, porque en estos niveles, él debe volver sus “ojos astro-científicos” a los mapas de aquellos hacia quienes es atraído en patrones de familia y en patrones de relación. El carácter científico de su acercamiento lo impele, naturalmente, a buscar la comprensión de los mapas de aquellos más cercanos y queridos por él en la relación personal. El astro-científico falla en este punto si permite que su conciencia astrológica sea perturbada y deformada por sus sentimientos hacia los mapas - y sus contextos - de aquellos cercanos a él. Su parte científica, objetiva, no emocional, debe ser entrenada y disciplinada para adherirse a su propia verdad, sin tomar en consideración los sentimientos que él tenga hacia la persona cuyo mapa está estudiando. La astro-filosofía, en esta forma, demuestra su valor como “impersonalizador” de la naturaleza de deseos; ella hace posible una técnica por la cual la mente puede entrenarse a “ver claramente” a pesar de las demandas de la naturaleza de deseos; como astro-filósofos todos debemos adquirir y mantener este acercamiento científico impersonal con respecto a todos los mapas.
En la expresión de su décima casa el astro-científico completa sus estudios incluyendo la comprensión de muchos, sino de todos, de los patrones de interpretación. El estudia la astrología horaria, los mapas de naciones y gobiernos, grupos, instituciones y sucesos pertenecientes a mucha gente junta. Él estudia astro-biología y astro-diagnóstico; él sabe algo de cómo los diferentes sistemas presentan el asunto.
En otras palabras, su carácter científico se extiende en alcance de acción para incluir la comprensión de los elementos esenciales vibratorios a toda clase de manifestaciones de la vida objetiva de la humanidad. El astro-científico que mantiene su interés en el asunto sin comercializarlo, tiene la mejor oportunidad de desenvolverse en forma rítmica y natural.
Segunda casa: Regida abstractamente por Venus, la segunda casa es el correlativo femenino de la primera. Es la primera de las casas fijas, su cúspide es el punto de arranque del símbolo del trino y ella inicia esos niveles de conciencia por los cuales nace el astroartista.
Como éste es el único signo femenino del primer cuadrante, él inicia las dos triplicidades de los trinos de tierra y de agua que abarcan las simbolizaciones de recursos y respuestas emocionales de la humanidad, su instinto de amar y su impulso de transmutar; su impulso hacia la belleza, con todas las inspiraciones y aspiraciones, visiones, sueños e ideales concomitantes a ese impulso.
El término “astro-artista” es usado para designar la parte de nuestra conciencia que “proyecta” la primera casa a regiones de identidad con la gente, no simplemente a la “comprensión de las cosas”. Toda habilidad artística es cultivada, todo servicio verdadero
proyectado y todo refinamiento realizado, desde el centro del amor. El astro-artista ve en la astrología una canalización para la liberación de sus impulsos emocionales; también, a través del conocimiento acumulado en su “etapa científica”, él expresa el deseo de armonizar y embellecer la vida humana trayendo a la gente la conciencia de las bondades y las bellezas esenciales inherentes a los grandes Principios de la Vida según son designados en la simbología.
El móvil principal de la motivación del astro-artista es la compasión, atributo básico de la conciencia femenina (la segunda casa: Tauro, regido por Venus, punto de exaltación de la Luna). El astro-artista desea ayudar, alentar, consolar, elevar e inspirar. Si él no se ha establecido firmemente en los requisitos de la “etapa científica”, su impulso de auxiliar y de expresar su sentimiento de simpatía, puede ser, hasta cierto punto impedido porque él ha dejado de entrenarse en los tecnicismos del asunto. En otras palabras, puesto que él está funcionando desde el centro del sentimiento - una motivación intensamente personal - él debe desarrollar el “lado de la forma” del asunto para que sus interpretaciones sean hechas de cuadros exactos. Por la adhesión a la sinceridad de motivación, el astro-artista evita las trampas que pueden presentarse en el camino de toda la gente cuya reacción emocional es la nota clave de su naturaleza. Este peligro latente puede ser compasión sin control por el conocimiento, falsa piedad que tiende a alejar al astro-artista de cuadros de reorientación necesitada demostrados en el mapa, y la privación de percibir como CADA INDIVIDUO PUEDE APRENDER A AYUDARSE A SI MISMO POR MEDIO DE LA COMPRENSIÓN DE SI MISMO. El astro-artista “terminado” cultiva el desapego de la implicación emocional en los problemas de su cliente; él utiliza su conciencia del Principio de Causa y Efecto según éste se manifiesta en el horóscopo y ve la Ley en operación en todo respecto. No obstante, su corazón, su mente y sus manos son extendidos a todos los que necesitan su guía; adhiriéndose a la verdad del arte astrológico, él despliega aquellas áreas trascendentes de la conciencia y la facultad por medio de las cuales nacen la intuición y la inspiración.
Tercera Casa: En esta expresión el astro-filósofo combina las cualidades de las dos primeras casas y les añade el conocimiento de la conciencia humana que lo capacita para interpretar los patrones astrológicos en sus fases más profundamente subjetivas. El tiene habilidad, una mente entrenada y una buena técnica. A esto le añade un corazón comprensivo - una conciencia que responde ardientemente a las necesidades internas de sus congéneres. A esto, a su vez, él añade una comprensión mental abarcadora del significado de los símbolos y patrones astrológicos conforme ellos representan estados de existencia, estados de relación y estados de evolución - no simplemente sucesos y sufrimientos.
Puesto que la tercera casa es polarizada en la novena, vemos que el astro-filósofo del tipo de la tercera casa es científico, artista y maestro. Su conciencia compuesta le permite que se le designe como maestro sacerdote o “astro-sacerdote”. Él es el “hermano mayor” para todos los que buscan su guía, porque él ha atravesado los patrones de experiencia de aquellos que vienen a él; él comprende porque ha realizado por medio de su propia experiencia.
Él conoce el sexo y el matrimonio porque ha destilado comprensión de sus encarnaciones como varón y como hembra; él conoce el estado de marido y el de esposa, la pasión y el sacrificio, la niñez y la paternidad o maternidad. Él sabe que lo exterior es un reflejo de lo interno y busca siempre, alinear las mentes de las personas, con esta verdad.
Debido a que él ocupa la posición de intermediario entre la ignorancia y la instrucción del hombre, el astro-sacerdote realiza la misma función en su servicio astrológico que pueda desempeñar cualquier sacerdote en una religión ceremonial; como sacerdote, él “ve el problema” desde la posición ventajosa de la sabiduría. El astro-científico conoce el efecto de las fuerzas vibratorias en individuos y grupos; el astro-sacerdote comprende la vida vibratoria de la humanidad. El científico es objetivo, el sacerdote es subjetivo; el artista puede ser lo uno o lo otro, dependiendo en cuál de las dos clasificaciones él se alinea más fuertemente. No obstante, la motivación del astro-sacerdote no es científica; él incluye ese nivel; pero sus extensiones incluyen los niveles superiores trascendentes de mente y corazón.
Los desenvolvimientos del astro-filósofo como maestro-sacerdote son muy interesantes porque la última fase de su “cruz” (los signos mutables) es la duodécima casa el final de la rueda. Como él es un compuesto de los dos primeros tipos, más otra cosa, sus estados de desarrollo envuelven pruebas y recompensas que son comparativamente mayores que aquellas de los otros dos.
El astro-sacerdote, en su “estado primitivo” es el moralista, expresión secundaria de la novena casa. Sus interpretaciones literales de principio son necesarias porque él aún no ha tenido suficiente experiencia para completar su comprensión. En este nivel, el astrosacerdote ve el mapa como la “representación del bien contra el mal”. Puesto que él mismo representa un punto de diferenciación de estos dos factores en la mente de sus clientes - y ellos son atraídos hacia él por el poder de la simpatía vibratoria - su “conciencia moral” es el punto focal de, sus interpretaciones. Él, con gran frecuencia, no puede percibir en este nivel, la “relatividad” de lo que él llama “bueno y malo” y lee en el mapa de sus clientes, sus propias normas. Él puede poseer lo mejor de los primeros dos tipos; pero su propia verdad aún no está desarrollada. La polaridad de la tercera casa es la novena y ésta, a su vez, es el resultado del cuadrante iniciado por la séptima casa y realizado por las transmutaciones de la octava casa. La comprensión resultante es lo que está representado por la novena y por eso es que el astro-filósofo, como maestro-sacerdote, se esfuerza, en su desenvolvimiento, como la puerta al cuarto cuadrante.
La tercera casa alcanza sus “florecimientos” en la séptima y undécima casas; en estos capítulos, el astro-sacerdote reconoce su paralelismo con toda la gente, a medida que su desenvolvimiento progresa por la trascendencia de la experiencia, él realiza la sabiduría del amor. Él conoce que el ser humano es una suspensión de lo cósmico en todas sus expresiones y en él mismo encuentra aquello que refleja la solución de los problemas de sus clientes. Luego vemos que la finalidad combinada del astro-filósofo es la apreciación que lo peor en su cliente ha sido lo peor suyo propio, en alguna época del pasado; lo mejor suyo es una iluminación en los rincones oscuros de las condiciones de su cliente y las reacciones a esas condiciones. Su sabiduría y su amor se vuelven insondables recursos para la reorientación de patrones humanos.

del libro " Estudios de Astrología V ", de Elman Bacher

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LA ASTROLOGIA TRATA SOBRE EL GOBIERNO - en you tube -

CAPÍTULO II

LA ASTROLOGÍA TRATA SOBRE EL GOBIERNO

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El gobierno es el “funcionamiento del Universo en conformidad con los Principios Cósmicos”. Es el Directivo Único que impele la causa de toda acción creadora y epigenética en el Cosmos y organiza y armoniza sus efectos. Siendo la expresión de la Sola Voluntad, el gobierno cósmico es Autocracia arquetípica; es el patrón raíz por el cual todo Logos ordena microcósmicamente la vida de su manifestación y es lo que en términos humanos designamos maestría. El gobierno, en cualquier octava, es un aspecto del Poder Directivo simbolizado por el Sol; todos los poderes planetarios son derivados de esta Unidad.
El diseño simbólico que llamamos “aspecto de cuadratura” - un cuadrado asentado sobre su base horizontal - es el gran símbolo de congestión comprimida de potencialidades.
Está hecho de dos expresiones de la vertical dinámica y dos expresiones de la horizontal receptiva; representa la contigüidad de opuestos diametrales aparentemente en contienda mutua. La congestión tiene un efecto de degradación gravitante, de inhibición, de supresión de posibilidades de expresión y retraso de la acción expresiva y respondiente. Ella pinta una intensificación de la tendencia a la inercia que, después de cierto grado, es la muerte de la forma como vehículo del Espíritu. Esto describe el “reino del Diablo”, el dominio de la expresión por la supresión, la sumisión de la “marcha hacia adelante y hacia arriba” a la “marcha hacia adentro y hacia abajo”. El Espíritu, Poder Solar, en su expresión doble de Amor-Sabiduría, busca siempre, en la conciencia humana, destronar y desintegrar este “reinado de las tinieblas”.
El símbolo del gobierno como Ordenamiento Cósmico o Arquetípico es el cuadrado diagonal. Éste es el cuadrado simétricamente balanceado, colocado sobre su ángulo inferior. Cada una de sus cuatro líneas es una diagonal simétrica, por lo tanto, cada una combina verticalidad y horizontalidad. Aquí vemos la diferencia, como símbolo de la conciencia, entre este cuadrado y el cuadrado estático. Por lo tanto, se representa un orden rítmico por el recorrido alrededor de su circunferencia. Cuando la cruz de los diámetros horizontal y vertical es incluida en este cuadrado, cada una de las dos líneas biseca un par de ángulos opuestos y la polaridad de cada punto del ángulo es de tal modo objetivada. Por medio de esta bisección cuádruple de los ángulos es exteriorizado el Masculino-Femenino del Varón-Hembra del Inmaduro-Maduro de microcosmos de cualquier arquetipo. Nosotros estamos interesados en seres humanos como individualizaciones del arquetipo “Humanidad”, así que, este cuadrado diagonal describe macrocósmicamente el gobierno de este arquetipo, y microcósmicamente la “conciencia de gobierno”, pasiva y activa, del ser humano individual.
Ahora transportamos este símbolo a la octava del simbolismo astrológico. Coloque el símbolo circular del Sol en el centro (la unión de las dos líneas de la cruz) y los símbolos de Aries, Capricornio, Libra y Cáncer en los puntos angulares izquierdo, superior, derecho e inferior, respectivamente. El resultado es el Gran Mándala sin su círculo circundante - el “esqueleto” de la Humanidad como un arquetipo en evolución - no evolucionado - y el ser humano individual como un microcosmo en evolución epigenética. Trataremos sobre los “problemas” de “Gobierno de humanos por humanos” conforme se especializan en los tres tipos básicos de “ser gobernado”.
Considerando la esencia dinámica de Aries-Marte con la “personalidad” del arquetipo humano encarnado, nosotros estamos susceptibles a los “medios reguladores” representados por los otros tres puntos estructurales, todos los cuales son, hablando genéricamente, más femeninos que Aries. La polaridad femenina del Cosmos es la que recibe y da forma a las esencias dinámicas. Así como Aries, a través de Marte, “sopla sus energías desde el punto del Ascendente”. Capricornio-Saturno, Libra-Venus y Cáncer-Luna representan los organizadores y coordinadores de las expresiones vitales. “Aquello de donde Aries proviene - como la “cosa encarnada” en este mándala - es paternidad y maternidad por medio de la paternidad o maternidad, la forma individualizada es procreada, sostenida, protegida y alimentada.
Por lo tanto, Cáncer-Capricornio como paternidad o maternidad arquetípica, es el primer coordinador – gobernador - de la expresión del individuo. El primero, de éstos, no obstante, es Cáncer el símbolo de la Matriz y el gran símbolo de la fuente seminal. Esto, en términos de grupo, es gobierno para la perpetuación y preservación de las formas; es la forma más primitiva de gobierno de grupo. El ser humano primitivo fue sometido por completo al poder directivo de los jefes de la tribu y su significación no era como un individuo para sí mismo, sino como un factor de la unidad tribal. Su evaluación para la tribu era física; su fuerza, proezas, habilidad combativa y generadora eran las señales inequívocas de su valor para la vida de la tribu. Su identidad era tribal, su virtud constituía la obediencia a los directivos de los jefes. En relación con ese directivo estrecho, él era un “niño” y niño permanecía hasta que, con el tiempo, él empezaba a realizar la conciencia de sí mismo como individuo. Aceptar el directivo externo incuestionable, irreflexivamente, es estar sujeto al principio paternal o maternal de gobierno, secular o religioso Y esto se aplica a la gente que vive ahora, al igual que a la gente que habitaba las junglas hace miles de años.
Los gobiernos que fomentan tales actitudes en su pueblo como adhesión ciega, irreflexiva, en cualquier forma, a semejante concepto como el de la “Madre Iglesia”, patriotismo fanático, dependencia de la opinión grupal y del sentimiento grupal para su guía, prejuicio y odio racial, o propensión habitual a la subvención del gobierno para el sostenimiento material, son los que están funcionando como moldes externos de una conciencia muy limitada. Ellos tienen su destino kármico y evolutivo, y Como Tales Ellos Son Buenos. Pero ningún gobierno de esta clase fue, ni puede ser, un patrón permanente para ningún grupo porque su función esencial es coordinar y enfocar un estado primitivo colectivo. La evolución sirve para trascender el estado primitivo en cualquier octava.
Cáncer-Capricornio es estructura arquetípica; es el símbolo de la seguridad para el subconsciente de la humanidad. Simboliza “aquello que fue”, y la gente primitiva (ignorante, temerosa) se apega a un estado externo establecido (padres, hogar, iglesia, concepto de nacionalidad, etcétera) para lograr la seguridad. El gobierno que se congestiona en esta función, desalienta el esfuerzo y el pensamiento del individuo; y en ese rumbo se halla el sendero hacia la dictadura, que es “gobierno paternal” que se ha dejado convertir en instrumento para una conciencia de poder negativa, intensamente centralizada (de un individuo o un grupo de individuos o naciones aliados). En tiempos primitivos la gente medraba y progresaba bajo la administración protectora de hombres relativamente sabios; pero el mismo tipo básico de gobierno, en manos de personas sin conciencia y sin corazón, convierte la cualidad paternal en tiranía, por la cual los residuos colectivos de odios, codicia y crueldades se enfocan en las ansias de poder del gobernador que personifica una nación semejante. Este tipo de gobierno se Degenera desde el momento en que el bienestar del pueblo en conjunto es desconsiderado o cuando la iniciativa y la expresión individuales son debilitadas por la prodigalidad. El exceso de protección y liberalidad están tan en desacuerdo con los principios gubernamentales como lo son la supresión cruel y la desconsideración a los derechos humanos. Nadie evoluciona si copia en su vida personal el ejemplo degenerado de malos gobernantes; él simplemente acrecienta poder negativo al “poder para el mal” del gobernante y añade a la colectividad, el mal congestionado, de sus semejantes. Aceptar la munificencia nacional o gubernamental como una “asistencia oportuna” y usarla para su propósito (para continuar de nuevo) está de acuerdo con el principio del tipo de gobierno; habituarse a aceptar auxilio del “Gobierno-Padre-Madre” es traicionar los incentivos de uno para el crecimiento, la realización y la madurez. (Padre - gobernantes de sus círculos familiares - ¿alientan ustedes la dependencia en sus hijos? ¿O alientan ustedes el ejercicio de la razón y la habilidad para que sus hijos puedan desarrollar rítmicamente la madurez de la confianza propia?).
En verdad, algunos adultos están tan condicionados que ellos se sienten que no tienen razón de existir a menos que alguien esté recostado sobre ellos; prefieren “sentirse fuertes por la comparación” que tratar de estimular las habilidades individuales del más débil. Ellos están funcionando, subconscientemente, para tratar de compensar un complejo de culpabilidad (responsabilidad incumplida). Ellos resienten cualquier intento de la “persona más débil” de desarrollar sus propias potencialidades y son en este respecto, no muy diferentes de algunos políticos que prometen darlo todo por un voto. Piense sobre esto en término de las condiciones actuales. Ser prominente y estar altamente colocado, ser llamado maravilloso, grande, bondadoso, generoso, etcétera, es el todo y el fin de lo que ellos llaman felicidad; y ellos están condicionados - y deseosos - de dar cualquier cosa en pago de esta clase de aprobación. Una familia formada por dos padres semejantes, una nación dirigida por un gobernante tal, lograrán casi los mismos resultados: un hijo parásito, inseguro, por una parte, y una masa de ciudadanos inseguros e irresponsables por la otra.
La polarización de este tipo gubernamental es Capricornio. La vibración de Saturno, símbolo del tipo aristocrático de gobierno. Su palabra clave es Jerarquía: es el primer tipo extendido a mucho más difusión de expresión por muchas clases que, congestionadas e irredimidas, resulta en infamia de casta. Cuando está cultivada ella proporciona la manifestación de la cultura y el refinamiento (externamente, por lo menos) y el ejercicio de la abundancia a través de riqueza para propósitos artísticos y educativos. El vicio de este tipo de gobierno se observa en el énfasis de la superficialidad (ascendencia, antecedentes de familia, el dinero) como normas por las cuales es valorado el individuo. La regla o lema: “Mientras tanto que aparezca bien, ello es bueno”, es típico de la evolución superficial de este tipo. La ambición de lograr un puesto en la jerarquía toma el lugar de la aspiración de realizar el mejoramiento propio; la adherencia a normas cristalizadas formales de conducta, de pensamiento y de creencia, puede designar la identidad de un “miembro en buena reputación”, pero escasamente puede tomarse como la identidad de una persona que está ejercitando sus valores y capacidades individuales. Saturno, la condensación de matriz, caracteriza este tipo a través de la tendencia de resistir tercamente a los cambios necesitados; el mantenimiento de formas establecidas se convierte en un propósito tan fijo que los adelantos de beneficio para todos son ignorados o desdeñados. La práctica por largos períodos de tiempo, del capital congestionarse en puntos específicos de la jerarquía engendra la corrupción, porque desalienta el ejercicio individual. El “fluido” monetario - la sangre vital del cambio práctico - es un medio por el cual los ser-es humanos pueden lograr ciertos beneficios mediante el uso de sus facultades e inteligencia individuales. Cuando es transmitido a través de generaciones en una esfera relativamente limitada se convierte en una “prueba kármica” para individuos tomarla y usarla sin hacer esfuerzo para ellos mismos y de ese modo debilitarse, o hace posible una compensación material, de naturaleza kármica, a aquellos que están condicionados a usar sabiamente el mejoramiento, el progreso y el bienestar de ellos mismos y de otros. Sin embargo, un verdadero aristócrata no necesita antecedentes de familia, esto y aquello de linaje, tanta riqueza heredada y tal o cual “posición” para demostrar el refinamiento de su naturaleza y sus inclinaciones. Él agracia y embellece cualquier “puesto que Dios haya creído propio para él”, su influencia es de refinamiento, en todos los que lo conocen. El gobierno aristocrático que utiliza al público, pero que ha olvidado que él también tiene un patrón de servicio que cumplir al público, traiciona sus mejores cualidades. El tener las ventajas de la educación y no usarlas para mayor bien, tener acceso a grandes sumas de dinero y congestionarse en trivialidades, desdeñar a sus semejantes por diferencia de posición, no es aristocracia: tan sólo es una sombra de su máscara. Y la máscara sonríe cínica y feamente. La aristocracia da a la humanidad la oportunidad de observar su conciencia colectiva de la separatividad en la acción.
El estudio de gobiernos aristocráticos a través de varios períodos históricos y en diferentes naciones nos dice lo que finalmente ocurre cuando nosotros, por un concepto ilusorio, tratamos de separar de nuestros semejantes, nuestros patrones de destino comunes.
Este concepto difundido a través del mecanismo de la religión organizada, cristiana u otra, ha resultado en algunas de las más terribles causas kármicas porque por su propia naturaleza, trata de combatir aquello mismo que toda religión trata de establecer: el siempre clarificado sentido de la Unidad (de Dios y de la Vida) en la conciencia humana. El padre, separado en su conciencia, de su hijo como semejante humano, dice: “Haz lo que te digo.
Yo soy tu padre”. No hay nada en una manifestación semejante que apele a la razón o al corazón del niño. Ello sirve para intensificar su sentimiento de diferencia de inferioridad en relación subordinada a su padre en lugar de aumentar la confraternidad.
La “Egoidad” de Aries como Ascendente de este mándala pinta a la Humanidad como un gobernador propio potencial porque por atributo es un manifestador individualizado. La mayor parte de nosotros por lo general no tenemos la conciencia de poder para gobernarnos a nosotros mismos, menos aún para gobernar a otros. Pero, como somos manifestadores, nosotros influimos (una octava microcósmica de gobernación) en otros por todo lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Hay sólo un Ascendente, arquetípico o concretamente, y como la gobernación es el ordenamiento del Cosmos, nosotros podemos mejorar la cualidad de nuestra influencia sobre otras personas. Es cierto, y éste es un punto interesante, que nosotros no podemos gobernar ni influir sobre nadie que nos es indiferente o que está más perfectamente organizado que nosotros: estamos influidos por esas personas mucho más de lo que podemos afectarlas. Por lo tanto, tenemos que gobernarnos mejor a nosotros mismos para que podamos atraer mejor “influencia de gobernación” de los otros. Aplique esto a la relación de la colectividad de una nación a sus regentes hereditarios o electos. Fíjese a la historia de la civilización de Francia bajo los reinados de Luis XIV, XV y XVI. La corrupción y el cinismo de los dos primeros exteriorizaba perfectamente gran parte de lo que estaba degenerado en los conceptos de vida generales del pueblo. La ineficacia de Luis XVI hizo posible a las fuerzas disgregativas de la rebelión - él no podía defender ni aún la clase que representaba - disolver la cristalización de esa fuerza particular de gobierno aristocrático y preparar el terreno para la forma más democrática.
Si nuestro propósito de vida requiere que ejerzamos poder en puestos públicos, entonces sabemos que tenemos la oportunidad de colocarnos como símbolos de buena influencia o de mala influencia; nosotros simbolizaremos lo que concibamos que son los principios de gobierno. Podemos permanecer congestionados en nuestra ignorancia de estos principios y por lo tanto reflejar la ignorancia de la gente que representamos o podemos adaptarnos para aprender y así simbolizar una cualidad de vibración de poder en mejoramiento continuo.
Tomando en consideración el Gran Mándala vemos que el diámetro Cáncer- Capricornio - como “línea de los padres” - ejemplifica el patrón de “gobierno del pueblo por el pueblo”: los dos tipos de gobierno representado son el comunal (Cáncer) y el aristocrático (Capricornio). Consideremos ahora la significación de Aries como expresión de regencia individual:
La cualidad de “YO SOY” de este signo simboliza el sentido de la seidad individualizada. Puesto que es aquello que hace posible toda expresión como individualización personal, es también aquello por medio de lo cual todas las octavas de regencia humana se hacen posibles. Un gobernante - de cualquier clase - no puede ser en ningún momento más de lo que él es como ser humano individual: la expresión de su regencia es proyectada a través de la conciencia de sí mismo como persona. Tenga en mente que la gobernación, en el sentido político, es una extensión de la paternidad o maternidad. Las mismas palabras claves que se aplican a diferentes tipos de gobernadores, se aplican también, en su sentido más localizado, a diferentes tipos de padres. Esto es así porque la cualidad matriz del diámetro Cáncer-Capricornio designa nuestra ciudadanía en el grupo de la familia y en el grupo de la nación en los cuales encarnamos por ley kármica y atracción vibratoria.
La octava vibratoria más baja de Marte se ve que está en su función como liberador de las compresiones de Plutón-Escorpión. Éste es el regente como dictador autocrático. Su “YO SOY” es “Yo Soy un símbolo personalizado de las congestiones de ignorancias, odios y codicias de mis súbditos”. El zar ruso, Iván el Terrible, fue un perfecto ejemplo de este tipo de gobernante; su pueblo fue un lote bárbaro, ignorante y brutal, y su subordinación a su gobierno infamemente despótico era el epítome de la esclavitud. La siguiente octava - sincronizando con las necesidades evolutivas del pueblo ruso - fue ejemplificada por Pedro el Grande. Todo lo despótico que fue “el Terrible”, este hombre funcionó en una octava más alta de percepción y propósito. Su voluntad, enfocada enormemente, sirvió para coordinar su pueblo y él trabajó durante años para desarrollar y extender el poder económico de su país y traerle a éste, por lo menos, los vestigios de la cultura occidental europea. En este tipo de gobernante las características de insensibilidad, brutalidad violenta, egotismo, y la falta de compasión, están fuertemente pronunciadas. Su egotismo, sin embargo, sirve un propósito muy importante: el de soldar la nación en una identidad y unidad coherentes. El “Yo Soy” latente de la vibración grupal de la nación es encendido por el poder del “Yo Soy” personal del regente autocrático. El “Yo Soy” de un regente aristocrático degenerado está ejemplificado en el carácter y personalidad del rey Luis XV de Francia. La vacuidad y el cinismo de este hombre, símbolo del gobernante de uno de los períodos más degenerados y corruptos en la historia de esta nación, exteriorizó perfectamente los negativos cristalizados de este tipo de gobierno - el de la jerarquía - la forma que provee puntos de concentración de poder dentro del edificio nacional. Un ejemplo de este tipo de gobierno regenerado - y ella fue un ejemplo notable - fue la gran reina Isabel de Inglaterra. Culta, de una erudición enorme, consagrada al progreso y bienestar de su país con todas las fibras de su ser, esta brillante e intrépida mujer simbolizó las aspiraciones culturales y económicas de su pueblo vigoroso y emprendedor. Ella fue definitivamente una figura superior a muchos de esos gobernantes de sociedades con la conciencia de clases, en que su intenso amor patriótico la hacía aborrecer la guerra y la destrucción; ella ha sido considerada como la más humanamente motivada e iluminada regente de su época y una de las soberanas más sobresalientes en la historia humana. La unificación de su país como poder mundial, bajo una motivación de intenso orgullo nacional, recalcó la cualidad Capricorniana de superioridad que caracteriza a esta nación:
un ejemplo interesante de la modalidad de personalidad nacional. Degradaciones adicionales de concepto jerárquico - y éste en la forma más cristalizada - se ven en el concepto milenario de casta en la India, disuelto tan sólo recientemente. Este concepto (derivado de la idea humana imaginaría sobre la Jerarquía Cósmica) proporcionó esclavitud kármica a millones de seres humanos por muchas épocas.
Ha habido varios ejemplos extraordinarios de gobierno de Cáncer. Éste es el tipo de gobierno que está enfocado en la perpetuidad del bienestar, material o espiritual. La corrupción de este patrón se observa cuando se da dinero, alimentos, entretenimientos, etcétera, al populacho, por individuos como los gobernantes romanos Nerón y Calígula. En estos casos, un gesto externo de interés por el público, enmascaraba un temor y una codicia horribles. Ellos ejemplificaban, en su política de dar, los peores aspectos de este patrón de gobierno. En el gobierno regenerado de la religión humana de los cuáqueros, vemos uno de los mejores ejemplos de este tipo de gobierno en los tiempos modernos. Su política de pacifismo universal, es, por supuesto, una motivación espiritual de tremendo poder para el bien en el mundo. Su contribución al bienestar humano ha sido extraordinaria. La administración del Ejército de Salvación es otro ejemplo. El servicio de enseñanza y curación prestado por ciertas órdenes religiosas representa un excelente aspecto de este concepto de gobierno. Aún aquellos que funcionan completamente en las llamadas “ordenes contemplativas”, efectúan, si están suficientemente evolucionados, una contribución redentora notable por medio de su trabajo en los planos internos; este servicio no es percibido u observado por el mundo exterior: es un nutrimento, vibratorio basado en la renunciación de la conciencia de la personalidad. En verdad, podemos considerar que la vibración de Júpiter, como significador de la casa novena abstracta, está mezclada con la vibración de la Luna-Cáncer para designar la esencia de gobernación por la organización de la autoridad religiosa. Usted puede disfrutar del estudio de biografías de gobernantes desde el iluminado Faraón Aknatón, a través de las edades y llegar a una comprensión más clara de cómo los gobernantes, como seres humanos individuales, personifican el inconsciente colectivo, la ignorancia y congestión colectiva y las necesidades evolutivas de la plebe. Es un estudio fascinante al que todo estudiante de ocultismo y filosofía debe prestarle algún tiempo y consideración.
Ahora acometeremos el estudio de los principios de gobierno según están designados simbólicamente por la exaltación de los planetas. Éstos representan el gobierno por maestría relativa: la expresión, como regencia, del poder solar por seres humanos de alto nivel evolutivo (de dignidad real) que tiene, como propósito, la iluminación de la conciencia humana. Este abordaje a la gobernación revela los atributos espirituales inherentes a cada tipo así como las obligaciones espirituales concurrentes a esta forma de servicio.
La primera de éstas es la exaltación del Sol mismo, en el signo de Aries. La identidad es “Yo Soy un Hijo Engendrado, o Hija, del Padre-Madre Dios”. Ésta es la identidad del nacimiento espiritual y la conciencia de poseer atributos divinos. La regencia implicada por esta vibración es el dominio propio que es la fuente de la cual son derivados todos los demás gobiernos espirituales y de la cual son emanadas toda expresión de amor y de sabiduría trascendentes. Los reyes-sacerdotes del antiguo Egipto, bellamente descritos por Joan Grant en su magnífico libro El Faraón Alado, ejemplifica este tipo. Estos grandes gobernantes fueron probados espiritualmente por sus cualificaciones de servir como regentes de sus pueblos en lo que fue una de las épocas más sobresalientes de la historia humana. Puesto que las especializaciones son emanadas del Uno, este punto de exaltación del Sol enriquece todos los tipos de gobierno espiritual. El regente de Aries, Marte, está exaltado en Capricornio. En este estudio, aparece que Capricornio simboliza el concepto jerárquico del gobierno aristocrático; la especialización de “clases” refleja (lo que debiera ser) las gradaciones de evolución espiritual. La religión Brahamánica de la India fue basada originalmente sobre este concepto. Platón habló del “mando por los elegidos filosóficos”.
La exaltación de Marte en Capricornio, en términos genéticos, es la madurez del principio masculino en el cumplimiento de la responsabilidad. Ahí se ve la cualificación espiritual que designa a los verdaderos gobernantes en un gobierno jerárquico: la responsabilidad de mantener vivo al “Yo Soy” espiritual para que las funciones de gobernar a los menos evolucionados puedan llevarse a cabo con positividad, valentía y un sentido de amor paternal como la motivación amorosa protectora. El dar la vida es el atributo de los padres; mantener los principios de gobierno que contribuyan al bienestar y progreso comunes (materialmente, intelectualmente y culturalmente) es esa vida que el verdadero gobernante aristocrático contribuye a su pueblo. Su atributo de Marte le hace posible defenderse y por consiguiente, defender a su pueblo, de las cristalizaciones del prejuicio, la congestión de castas y las evaluaciones superficiales. Mantiene vivo en su conciencia el sentido de evaluarse y apreciarse como trabajador en el mundo Porque Marte es la gran vibración masculina, como derivado del Sol. El vigor, virilidad y positividad de Marte regenerado es dador de salud en sus efectos; el ejercicio de este atributo neutraliza los peligros de congestión en la indolencia, el lujo y el parasitismo que se filtran en una sociedad fundada en el principio de dinero, posición y valía heredados. Marte en Capricornio es vitalización del sentido del amor de padre: su ejercicio exige autodisciplina y trabajo.
La exaltación de la Luna en Tauro, segundo signo de Tierra, eleva el instinto de alimentar y proteger al inmaturo hacia la conciencia de mayordomía. Los débiles han de volverse fuertes. Los inmaduros han de volverse maduros. El negativo de la vibración de Cáncer es para sobreproteger y sobrealimentar a aquellos que en cierto punto, son dependientes. La mayordomía del desarrollo del débil y el inmaturo es la octava exaltada del poder Lunar. Proteger el desarrollo es una contribución al progreso evolutivo; amamantar la debilidad es contribuir al atraso. La gran Isabel de Inglaterra tenía la Luna en Tauro, cuarta casa, y ciertamente, ningún gobernante en ninguna época ha sido nunca más respetablemente alerta y sensible a la potencialidad evolutiva vigorosa de la nación regida.
Un factor psicológico muy importante se observa en esta posición: Tauro es el signo de la casa undécima de la Luna; como tal se relaciona con Cáncer-Luna así como Acuario-Urano se relaciona con Aries. Esta posición de la Luna (relación del signo de la casa undécima a su dignificación), impone en la persona espiritualmente madura, la necesidad de disolver la cristalización del sentido de poseer a los inmaduros y débiles. Tratar maternalmente (Lunarmente) de poseer a otra persona es identificar a Tauro como la polarización de Escorpión; los dos juntos forman el diámetro del poder del deseo. Cualquier individuo o gobernante que tiene la responsabilidad de alimentar a través de la posición de la Luna en Tauro es prevenido de abstenerse de considerar al más débil y más inmaturo, como una posesión personal. La nación y la riqueza de la nación no son posesiones del organismo gobernante. El gobernante recibe recompensa por su trabajo como, cualquier otro trabajador; esa recompensa debe ser una expresión de cambio, de la gente de la nación como pago por su servicio como un custodio coordinador. La “influencia protectora” de Urano que debe encontrarse en este patrón es la ruptura de la cristalización en la congestión creada por el deseo y la posesividad, en mayordomía de crecimiento y desarrollo por el respeto a las potencialidades del individuo para el crecimiento y la realización. Aplique esta enseñanza personal o nacionalmente: el patrón es arquetípico. La aspiración evolutiva de los Logos Solar Mismo hace posible la acción epigenética en los microcosmos: de esa manera es representado el respeto del Padre-Madre Dios por sus hijos. El poder Solar liberado a través del principio Lunar dice: Dejad que el microcosmo engendrado crezca, se desarrolle, se exprese y realice sus potencialidades; ayudadlo, guiadlo, instruidlo, alimentadlo, nutridlo, protegedlo; pero dejad fluir por él mi poder en fuerza siempre creciente; no lo sobreprotejáis por el acceso a mi Estímulo Creador. Alentad siempre la radiación en continua expansión del amor por el microcosmo; no pongáis barreras a esta expresión por la posesividad congestiva.
La exaltación de Saturno en Libra de Venus es la fusión espiritual alquímica de la justicia y la misericordia. Es la disolución de la severidad excesiva y la cristalización del concepto por el ejercicio de los impulsos humanos. Es también (porque Libra simboliza en este mándala el concepto de gobierno democrático) la nivelación de la expresión propia en el gobierno por la conciencia de la responsabilidad de los ciudadanos entre sí a través de su identidad fraternal como nacionalidades idénticas. La exaltación de Saturno en este signo es el símbolo astrológico del concepto de justicia para todos: la ley se aplica al pobre y al rico, al erudito y al ignorante, y significa que las leyes verdaderas son aquellas que copian las leyes divinas en el sentido que nadie está exento de ellas. Las leyes que protegen a uno a expensas del otro representan las degradaciones características de la aristocracia Saturnina corrupta: la ilusión de superioridad de casta y las injusticias por la adhesión a evaluaciones por la posesión de riqueza. En este sentido, la administración de determinado gobierno religioso mundial, aparece ser cuando más, un devoto de esta ley de justicia para todos. Sus puertas están abiertas para todos, sus medidas correctivas se aplican a todos, sin consideración de la ocupación o posesión mundanas. En sus peores circunstancias el símbolo de Saturno en Libra balancea errores por el pago material. En sociedades donde la posesión financiera es considerada como la norma de evaluación, una trasgresión espiritual contra un individuo o un grupo de individuos o una nación misma se considera redimida si se hace cierta negociación financiera. Esta congestión en la ignorancia ha jugado un papel infame en la historia humana: es una de las acciones más blasfemas de las cuales es capaz el hombre. Es una congestión en tal ignorancia que puede requerir karma de toda la vida para disolver la cristalización y ajustar el desbalance. En la conciencia humana - eso es, en la conciencia de individuos que son gobernantes - esta posición de Saturno en el mándala despliega la Luz Blanca de Saturno cuando el gobernante reconoce su fraternidad - como conciudadano - con sus súbditos. Ésta es la justicia y equilibrio balanceados de la relación del regente con el ciudadano. Que ningún gobernante olvide este principio; de él depende el recurso del valor espiritual del servicio gubernamental.
Libra, como significador del principio gubernamental democrático, es la fusión de los principios del matrimonio con los principios del gobierno propio cooperante. En una democracia los varones y las hembras tienen el privilegio de expresarse y este concepto gubernamental es uno que probablemente más que ningún otro patrón grupal ha servido al máximo para desintegrar la ilusión de superioridad e inferioridad de los sexos, en su relación entre sí. El matrimonio es una ciudadanía de dos puntos de cambio recíproco, mutuo desarrollo y mutuo cumplimiento. La democracia es una ciudadanía de muchos puntos, de cambio mutuo, desarrollo mutuo y cumplimiento mutuo. Una pareja de casados
es un microcosmo de todos los varones y hembras en una nación particular; la polaridad de la nación es la extensión de la polaridad de la pareja. Encarnar en un gobierno democrático es realizar un resultado de muchas encarnaciones de esfuerzo regenerador como individuo; al igual que el aspecto de trino, tal realización impone la responsabilidad (Saturno) de contribuir para el bien y la justicia de todos.
La exaltación de Venus en Piscis (como regente de Libra) es la conciencia de poderes espirituales como los medios gobernantes de los asuntos de la humanidad. Percibir las verdades que están detrás de la colocación de los gobernantes, las experiencias de las naciones y la alquimia espiritual operante continuamente para realizar el ideal de la Humanidad, hace posible la realización de la fraternidad mutua entre la humanidad y otra vida terrestre.
La naturaleza esencial de la Ciudadanía es la “Fraternidad localizada”. Como habitantes de este sistema solar, nuestra primera identidad de ciudadanía es (lo que nosotros llamaremos) la de “solarianos”. Esta identidad es derivada del hecho que todas las expresiones de vida en este planeta y todas las expresiones de vida en los otros planetas de este sistema son microcosmos de una fuente común: nuestro Logos Solar. Si hubiese alguna forma de identificar nuestro sistema en su relación con los otros sistemas solares de nuestra galaxia, nosotros podríamos cualificar aún más nuestra identidad como “ciudadanos galácticos”, después “ciudadanos de gran galaxia”, y luego la identidad final que tenemos con todas las otras expresiones de vida como “Universarianos” o “Cosmosianos”. Sin embargo, nuestra localización inmediata en el Cosmos es por identidad con nuestra Fuente Creadora inmediata, el Manifestador y Gobernador de este sistema. Nosotros podríamos designar esta Fuente por un nombre personalizado, por ejemplo, “Helios”. Esto podría especificar la identidad de nuestra Fuente en la fraternidad recíproca de otros Logos Solares de nuestra galaxia. Entonces nuestra identidad ciudadana podría ser, como miembro de este sistema, “Heliosolarianos” para diferenciar nuestro status de ciudadanía de otros “Solarianos” de nuestra galaxia. Como ciudadano americano de abolengo español es un “hispano-americano” (la procedencia de linaje cualifica la identidad localizada), de modo que nosotros seríamos designados como “Heliosolarianos Terrestres” para especificar nuestra ciudadanía inmediata en el planeta Tierra del sistema solar de “Helios”. En nuestros horóscopos, el símbolo circular tradicional para el Sol colocado en el centro de la rueda es el símbolo astrológico de “Helios” como nuestra Fuente Creadora; el símbolo sugerido del “semicírculo sobre una línea horizontal” (un cuadro simbólico del Sol naciente) es nuestra conciencia personalizada de la existencia y naturaleza de “Helios”; nosotros designamos este nuevo símbolo simplemente como “Sol” porque él representa una comprensión relativa de la naturaleza de “Helios”.
El símbolo astrológico arquetípico de la ciudadanía democrática (como principio de la fraternidad manifestándose en forma gubernamental) es el signo de Libra, signo de la casa séptima del Gran Mándala e iniciador cardinal del trino de aire del cual son derivadas todas las especificaciones de fraternidad. Debido a que los cuatro signos cardinales indican las especificaciones básicas de nuestro Ser genérico-polárico, el mándala con Libra como Ascendente será considerado ahora como la raíz de nuestra conciencia de ciudadanía democrática.
Como “Cosmosianos”, el mándala de Libra representa nuestro atributo como “Reactores y Reflectores” - nosotros reaccionamos al estímulo de las expresiones de otras personas -. El misterio oculto del aspecto positivo del poder vibratorio de Venus, como regente de un signo cardinal, se ve en el hecho que la acción que nosotros expresamos subsiguiente a la reacción a la expresión negativa de otra persona puede ser una expresión de alquimia trasmutatoria; nosotros podemos reaccionar con dolor; pero no tenemos que proyectar nuevamente de acuerdo con la reacción-dolor; podemos proyectar de nuevo de tal manera que la fricción, inarmonía o condición negativa en general sea neutralizada.
Así, pues, en este mándala, Libra (uno de los signos focalizados por Venus) es el manifestador; pero su expresión, debido a que Libra es la polaridad reflexiva de Aries, es de alquimia opuesta o transmutativa. En este mándala, las “trascendencias” de los signos Libra a través de Piscis focalizan los elementos de conciencia anímica en aquellos capítulos de experiencia arquetípica que generalmente pertenecen a la conciencia del “yo separativo”.
Reaccionar y expresar por medio de la alquimia transmutativa es elevar la conciencia del yo separativo a un grado de la octava del “yo inclusivo”. Al grado que la acción regenerada siga a la reacción, serán transmutadas las fuerzas vibratorias combinadas de dos o muchas personas magnetizadas en la relación.
En términos físicos, este mándala pinta a la mujer como manifestadora, al hombre como reactor; describe en su sentido más abstracto, la expresión de la conciencia anímica, la reactivación de la conciencia propia. Las expresiones dinámicas de egoísmo negativo son las cosas que bombardean la receptividad de la vibración de Venus; la expresión reactiva de Venus es neutralizar el elemento destructivo y de ese modo establecer un nuevo grado de bienestar unificado. En la fraternidad democrática del matrimonio, este Ascendente de Libra, pinta no sólo a la mujer; pinta también la conciencia anímica compuesta de ambas personas; simboliza las bellezas y perfecciones que cada persona ve en la otra; simboliza las bellezas y perfecciones de cada una que son encendidas en la conciencia por la esencia dinámica de la otra. Esto es “elevarse en el amor” (“no caer” o rendirse al amor) por lo cual dos seres humanos, ciudadanos en el mundo de una relación intensamente enfocada, son capacitados para percibir sus elementos anímicos a través de la ignición mutua de idealidades. La alquimia transmutatoria que tiene lugar en una relación amorosa (y toda relación de amor es matrimonio en las regiones de la conciencia) es Libra como iniciador de nueva conciencia de vida y como epigenitor de un nuevo mundo de experiencia. Marido y esposa - manifestación doble de amante-amada - son ciudadanos fraternos en el “país democrático de la unión que ellos establecen”; el desarrollo epigenético de cada uno; a través de la fusión mutua, física, mental, emocional y vibratoria, es el propósito de la unión; la expresión individualizada de ambos, respeto mutuo de individualidades y acción cooperadora en el servicio amoroso de la procreación y la mayordomía de los hijos, combinan la cualidad democrática de la verdadera unión amorosa. “Por consiguiente, vemos que un gobierno basado en principios democráticos es, de todos los gobiernos, el más altamente cargado con la esencia de la conciencia amorosa. Solamente aquellas personas que habían desarrollado un alto grado de percepción de la mitad del poder amoroso estaban calificadas para promulgar principios gubernamentales democráticos. Eran personas que habían realizado, hasta cierto punto, el ideal de confraternidad de los seres humanos como ciudadanos Terrestres y ciudadanos de un grupo nacional localizado.
El respeto a los derechos individuales de varones y hembras y la provisión de la oportunidad para la expresión individual describen los principios amorosos espirituales del matrimonio transportado a la octava extendida de la convivencia de varones y hembras en este planeta o en un tipo racial específico en una forma nacional particular. El ser humano individual, en la localización de su vida personal familiar demuestra el tipo de su conciencia de regente; tal como él está en su conciencia, así como está en su familia y así también en su relación con los conciudadanos.
Ahora vamos a considerar la “niñez del logro”. Nos referimos al signo Géminis en el Gran Mándala como la inmadurez de la conciencia de ciudadanía humana. Éste es el signo de la tercera casa; como un signo raíz, él es el signo de la casa duodécima del signo matriz Cáncer - es aquello que “está detrás de toda expresión de los padres” -. En este respecto, la relación de Géminis con Cáncer (y su polaridad, Capricornio) es lo que impele a la paternidad o maternidad; él es los hijos e hijas físicas de una pareja específica de marido y mujer; es los hijos e hijas kármicos nacidos a una polarización específica de trasfondo nacional atávico. Cáncer-Capricornio, en relación con Aries-Libra, es “aquello de lo cual se deriva la Forma (manifestación)”. Nosotros no heredamos las características nacionales; estamos magnetizados a padres de ascendencia específica por la cualidad de nuestra conciencia. “Cualidad nacional” es simplemente otra forma de decir “cualidad vibratoria concentrada en un gran número de gente”. Tenemos palabras como “Escandinavo”, “Español”, “Polaco”, etcétera, para designar la ciudadanía de nuestro nacimiento físico o el antecedente nacional de nuestros padres; pero hay muchas personas que no son semejantes en cualidad nacional a sus padres; en verdad, pueden ser indiferentes a las tradiciones y puntos de vista nacionales dé sus padres. Estas personas prueban que, en la conciencia, ellas son ciudadanos de una idealidad diferente - ellas encuentran su afinidad con personas cuyos intereses, ideales y aspiraciones son paralelos a los suyos -. Sin embargo, nacidos en la localización conocida como “los Estados Unidos de América”, todos los niños, por magnetización kármica son puestos en contacto con los ideales y aspiraciones expresados por los fundadores de inclinación espiritual de esta nación; la esencia de la ciudadanía democrática es la piedra angular del edificio nacional que ellos establecieron. Como Géminis, entonces, nuestros hijos son “americanos jóvenes, inmaturos, en crecimiento”.
Puede decirse con toda salvedad en este punto que la encarnación como “ciudadano americano” significa que todo niño (prescindiendo dé su trasfondo kármico o atávico) está en razón de aprender más del ideal espiritual de la vida democrática. Han existido muchos grandes hombres de inclinación democrática; en la historia humana. La democracia no significa “partido político”; es un estado de conciencia espiritual. El inmortal Aknatón, Faraón de Egipto hace casi seis mil años, ha sido llamado el primer gobernante democrático en la historia humana; como soberano de su pueblo él trató de establecer los principios de libertad religiosa, igualdad legal de los sexos y educación espiritual como partes integrales de la vida de sus súbditos. Él fue, por la cualidad trascendente de su mente, corazón y espíritu, un verdadero “Hijo de Helios”: sus conceptos de gobernación incluían un sentido de su fraternidad básica, con sus súbditos y aquella de sus súbditos entre sí. Si la educación moderna de este país puede enseñar, o vitalizar, una conciencia de fraternidad en las mentes de los niños de hoy, ella habría cumplido su propósito esotérico. Si la educación moderna puede enseñar la Ley de Causa y Efecto ella habría realizado su propósito exotérico principal porque la comprensión de esta ley es la raíz de toda educación. La educación del verdadero intelecto es importante, por supuesto, pero intelectos dotados brillantemente pueden, y algunos lo hacen, vivir en un mundo que ellos interpretan como caótico, incoherente, confuso e incomprensible porque ellos mismos están caóticos, incoherentes, confundidos e ininteligibles en su relación con ellos mismos y con los otros. Ellos no saben que ellos mismos causan las condiciones que se registran en sus vidas como efectos. Los nativos de Géminis, entonces, como niños específicos nacidos de padres específicos en una localidad específica son ciudadanos en el mundo de la instrucción, el mundo del hogar y de la escuela. En una administración gubernamental democrática, se da el reconocimiento al derecho de cada niño de aprender, de organizar y coordinar sus facultades mentales, extender su conocimiento (traído de pasadas encarnaciones) del mundo objetivo, desenvolver sus talentos y potencialidades para el servicio del trabajo y para, ponerse más al corriente espiritualmente. Este reconocimiento se hace en virtud del respeto a la existencia individualizada del niño en este planeta y el respeto por el bien que él pueda hacer, potencial-mente, como adulto. La esencia genérica de Géminis, en tal designación, es femenina; el estudiante funciona a través de los años de experiencia en el estudio como receptor; él funciona como receptor y como reactor de los estímulos educativos que son proyectados por la esencia dinámica de la polaridad planetaria de Géminis - Júpiter (regente de Sagitario). La polarización Jupiteriana del Géminis Mercurial manifiesta que toda educación verdadera es espiritual - el conocimiento de principios es macrocosmo para el conocimiento de los efectos; el conocimiento de causa y efecto esclarece las canalizaciones para todos los otros conocimientos. El instinto evolutivo de espiritualizar el concepto del servicio de la vida está indicado por el diámetro vertical de Virgo-Piscis del mándala de Géminis; el ideal del servicio perfecto personal e impersonal es aquel que preña la aspiración de aprender. El conocimiento (o la comprensión) que no se utilice para el mejoramiento contributivo de la vida humana es relativamente, “material muerto”.
Por lo tanto, como miembros de grupos de familia y grupos de escuela, los niños son ciudadanos en el estado de la maduración mental. El principio de mayordomía de esta entidad en el diámetro de Cáncer-Capricornio en la segunda y octava cúspides - la “posesión de la ciudadanía de grupo, de nación o de familia” debe ser transportada a la octava de mayordomía del grupo humano por el ejercicio de lo que es aprendido intelectual y espiritualmente. Hasta tanto nosotros encarnemos en el arquetipo humano, tendremos ciudadanía solamente como “Terrestres”; congestionarse en la posesión de la ciudadanía americana es inhibir y constreñir el sentido de identidad como ciudadanía-Terrestre. El arquetipo humano es nuestra familia, es la “sociedad” a la cual pertenecemos; es la especificación de nuestra identidad en relación a- nuestro logos solar, “Helios”, de cuyo poder nosotros somos la manifestación epigenética en este planeta. Géminis es el signo de la novena casa del mándala de Libra - el sentido de fraternidad destilado de encarnaciones pasadas representa el aspecto de sabiduría de nuestra conciencia de relación complementaria, enfocada en la presente encarnación. Las injusticias de punto de vista respecto de los principios de polaridad en la relación humana sirven generalmente para congestionar el florecimiento de la relación amorosa, experiencia marital y ciudadanía fraternal con compatriotas y compañeros en la vida.
Acuario, signo de aire fijo, es el signo de la undécima casa del mándala de Libra.
Como el último, él es la esencia transcendente del poder amoroso en las relaciones humanas. Es “amor personal que no reconoce barreras de cualificación externa”; es amor que percibe el valor interno y la realidad interna de la individualidad humana. Es la desintegración de la cristalización de los aspectos congestionados egoístas del amor personal de Leo; es el amor como “aspecto del corazón” de la conciencia de Maestría.
El mándala de Acuario muestra a Capricornio en la duodécima cúspide; aquello que debe ser redimido es la cristalización del concepto de identidad grupal humana separativa.
Las naciones separadas y diferentes entre sí, competitivas una contra la otra con miedo e inseguridad, deben ser, por la vibración de Urano como regente de Acuario, identificadas de nuevo como puntos estructurales en el edificio de la totalidad de la sociedad humana. Este mándala, y la colocación de Capricornio-Cáncer describe definitivamente la influencia de los Maestros como aquellos que sirven recargando los conceptos cristalizados de las “familias nacionales separadas” por la esfera y poder de sus percepciones de amor a una realización más clara de una sola nación y una sola familia. La ubicación nacional de un Maestro - o de uno que ame con la fuerza amorosa de un maestro - es la forma vibratoria en la cual él encarna para cumplir su servicio espiritual. Juana de Arco para Francia, la reina Isabel para Inglaterra, Kahlil Gibrán para el pueblo de Siria, etcétera. En todos, estos casos se realizó un servicio de regeneración inspirada para grupos humanos especificados; pero la raza entera se benefició finalmente por ese servicio. Si por ejemplo, Gibrán hubiera pensado de sí mismo, en forma congestionada, sólo como un sirio, el poder de su poesía y su pintura hubiera sido agotado correspondientemente. Él fue un sirio solamente por identidad nacional localizada: él fue, y él lo sabía, en realidad, un Terrestre y un “Solariano”. La ciudadanía fraternal simbolizada por Acuario es el cuadro más completo del principio democrático en acción porque la esfera de su poder e influencia incluye a todos los humanos, prescindiendo de aspectos exteriores, trasfondo o abolengo. Acuario, como signo de la novena casa desde Géminis, es la fraternidad universalizada; como signo de la quinta casa de libra él es radiación de amor impersonalizado y cambio amoroso espiritualizado. Todos los que aprenden son ciudadanos y todos los que aman son miembros de la democracia del corazón.

del libro " Estudios de Astrología V ", del Elman Bacher

en you tube, aquí
https://www.youtube.com/watch?v=5zlKQPNwxxM&feature=youtu.be


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